Es
tiempo de esta deliciosa fruta de temporada en nuestro país. Cuando consumimos frutas
y verduras de temporada estamos variando nuestra alimentación, logramos que sea
más nutritiva, sana y equilibrada.
Si
es de la zona en la que vivimos, además, potenciamos los pequeños negocios
locales y a los agricultores cercanos. No se tienen que realizar grandes
recorridos con los que los productos llegan en mejores condiciones
organolépticas, sanitarias y nutritivas. Sin olvidar que al ser el desplazamiento
menor, el consumo de combustibles contaminantes también lo es… es lo que se
llama de Km0.
El
consumo de productos de temporada es inteligente y barato. No se trata de
ajustarnos el cinturón alimentario ahora que tenemos la crisis encima, hay que
hacerlo siempre. Yo no le digo a mis pacientes, ni a mi alumnado, que recorten
el presupuesto de su alimentación, les enseño que otra alimentación es posible con
menos dinero, con más calidad, salud, variedad y disfrute.
En
el comienzo de temporada de una fruta, o fuera de su tiempo, no sólo están más
caras, es que además no está en el punto de maduración adecuado para su consumo
con lo que hay que mantenerlas o tratarlas para que lo alcancen, y esto
modifica su calidad organoléptica, entre otras.
Ahora,
en nuestros mercados de primavera, encontramos nísperos en su mejor momento de
maduración, con su carne firme (pero no verdes, sin madurar, pues serían
indigestos), no blandos, que al tocarlos se aplasten, y sin manchas marrones
que nos indiquen que están demasiado maduros. Su color, en la gama del naranja,
más o menos intenso.
Llegó
a nuestro país hace más de 2.000 años, y en la actualidad su cultivo es
excelente en Alicante, Granada y Málaga. En nuestra provincia, en Sayalonga, el
domingo 6 de Mayo se celebró la XXVIII Edición del Día del Níspero, fiesta
declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía y de Singularidad
Turística Provincial de Málaga.
Desde el punto de vista nutricional, destaco su contenido en un tipo de fibra soluble, la pectina. Su uso es muy interesante pues posee la propiedad de absorber una gran cantidad de agua y actuar así como saciante en nuestro estómago. Además, al formar un gel con el agua, enlentece el tránsito intestinal siendo muy útil en casos de diarreas (por este motivo se usan igualmente manzanas y zanahorias ricas en pectinas) siendo, así mismo, una gran ayuda para disminuir la inflamación que como consecuencia de la enfermedad se produce en la pared intestinal.
Otra característica de la pectina es el poder
para “arrastrar” en el gel que forma, glucosa y colesterol, de modo que mejora los
niveles de glucemias en diabéticos y es recomendable para hipercolesterolémicos
pues les disminuye expresamente las cifras de LDL colesterol.
La pectina en el estómago es capaz de
neutralizar la acidez de los jugos gástricos de modo que encontramos en el
níspero una agradable digestión para personas a las que las frutas ácidas les
sientan mal, o bien padecen gastritis, úlceras de estómago o de duodeno.
Os recomiendo que en estos meses,
incluyamos no sólo como postre, el níspero en nuestros platos cotidianos.
Os enlazo al Consejo Regulador Denominación de Origen de
Callosa, y a su apartado de recetas, y para que no tengáis excusas… siempre nos
queda pelarlo sencillamente y paladearlo.
Yo me voy a por el revuelto de nísperos y calabacín,
os contaré.
Una recomendación, peladlos justo en el momento de
comerlos o de añadir al procesado del plato, pues sus vitaminas se oxidan rápidamente
y se pardean fácilmente, dejando el borde del corte del níspero de un marrón feo.
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