La Anorexia es una enfermedad seria, un del Comportamiento Alimentario, TCA. Existe desde antiguo, desconociéndose su prevalencia hasta hace relativamente poco tiempo, con distintas connotaciones entre las que destaca la religiosidad y el misticismo.
Santa Liberata (Santa Wilgefortis), hija del rey de Portugal, es considerada santa patrona de las mujeres que desean verse libres de casamientos conveniados, tras haber renunciado a su cuerpo de mujer, afeándose, adelgazando en extremo y cubriéndose de vello, tras férrea y persistente restricción alimentaria como rechazo por haber sido obligada a contraer matrimonio con el rey moro de Sicilia. Ello la llevó a ser crucificada por su padre y después canonizada.
Probablemente Sor Juan a Inés de la Cruz, poetisa española del siglo de oro, autora de obra de contenido religioso, fue anoréxica restrictiva. Santa Catalina de Siena, nacida en 1347, refiere ya a los siete años su primera visión de Jesús y al mismo tiempo comienza a rechazar la comida, se impone penitencias, renuncia al mundo, y en la adolescencia ya sólo se alimenta de hierbas y algo de pan. Las hierbas con toda probabilidad serían laxantes para purgarse, al igual que la caña que utilizaba para producirse el vómito, precedido a veces de atracones. Llegó a ser consejera del papa Gregorio XI en Avignon. Tras fracasar en sus intentos para impedir que se consumase el Cisma de la Iglesia Católica, dejo de alimentarse y muere al poco tiempo.
Hace 25 anos, en los Servicios de Psiquiatría se presentaban en sesiones clínicas casos de Anorexia Nerviosa como rarezas clínicas para la mejor formación de los médicos residentes. En la última década la prevalencia de TCA se ha disparado hasta el punto de constituir una auténtica epidemia.
La mayoría de anorexias que se diagnostican hoy día son chicas adolescentes ( y cada vez más chicos) muy influidas por una sociedad que prima en exceso la belleza y la imagen, partícipes de una civilización consumista, despilfarradora y superficial, en la que otros valores se transmiten machaconamente en medios de comunicación con un enorme poder, como la televisión o las revistas de moda. En nuestra sociedad occidental, la estructura familiar y sus tradiciones tienen un escaso poder contenedor frente a la insistencia subliminal y abierta de mensajes que identifican "cuerpo diez" con felicidad.
Ante la epidemia de trastornos alimentarios que padecemos, deberíamos ser muy críticos con el modelo de sociedad que hemos creado y padecen nuestras adolescentes.
Deberíamos preguntarnos ¿Qué tasa de prevalencia cabe esperar de Anorexia o Bulimia en los países subdesarrollados que padecen hambre endémica? ¿En caso de detectarse casos, qué interpretación cabría hacer de su causalidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estoy encantada de que aportes tu opinión aquí, muchas gracias.