El huevo es un alimento que forma parte de la alimentación
humana desde tiempo inmemorial. Se usaban los de aves salvajes hasta llegar a
domesticar algunas razas y dedicarlas a la producción exclusiva de huevos para
el consumo y la alimentación de las familias.
Desde el punto de vista nutricional, es un alimento
excelente, muy completo. Destaca su composición lipídica, mineral, vitamínica y
sus proteínas, de alto valor biológico, pues con los 8 aminoácidos esenciales hacen
de ella una proteína “tipo”, sin necesidad de complementar aminoácidos deficientes.
Contiene un tipo de lípido, el colesterol, que ha hecho
eliminar al huevo de la dieta de personas con hipercolesterolemia. En la
actualidad, numerosos estudios científicos demuestran que, a menudo, al
eliminar este alimento tan completo de la dieta, se produce más daño que
beneficio sobre la salud de la persona, sobre todo teniendo en cuenta que el
control de las cifras de colesterol en sangre necesitan de un estudio
personalizado de la dieta, alimentación y otros factores que afectan al
individuo. Para eliminar o disminuir la cantidad de un alimento realmente tan
sano y equilibrado como el huevo, ha de ser un profesional de la nutrición o un
médico quién lo indique.
Quedándonos con la idea de la complejidad del huevo en la
dieta y su relación sobre la salud, y prometiendo otro día emplearme a fondo
con la composición nutricional del huevo y sus bondades, hoy quiero reflexionar
sobre el huevo en otra cultura, la China.
El consumo de huevos no es algo exclusivo de nuestra cultura.
Lo que sí es diferente según los países es la forma de cocinarlos,
presentarlos, procesarlos.... Volvemos a la Antropología de la alimentación
para entender ciertas preferencias y aversiones que sentimos ante ciertos
platos, en este caso ante el llamado huevo
centenario, milenario o de dragón.
Fotos: Juan Márquez, China |
Desde nuestra cultura, y etnocentrismo, teniendo en cuenta
que el amarillo es el color que aporta el huevo a muchos de nuestros platos, y
entendiendo que un huevo en óptimas condiciones de conservación, es blanco en
la clara y amarillo en yema, nos es
tremendamente difícil cerrar los ojos e imaginar un huevo que no nos haga
enfermar y que tenga otros colores…
Pues otros colores son los que tiene este típico plato en
China. Se consume como aperitivo, acompañado de aceites vegetales, arroz, cerdo,
jengibre,… y lo presentan en el buffet de desayuno de los hoteles para occidentales
como nosotros la tortilla francesa.
Es muy curioso cómo se procesan, se los entierra durante
semanas o meses, envueltos en unas cenizas, barros, cáscaras de granos (como
arroz o malta)... buscando alcalinizar el medio para lograr las modificaciones
fisicoquímicas que logren la transformación.
Está claro, la cultura determina nuestra alimentación,
nuestros platos tótem, y finalmente nos ayuda a acercarnos o alejarnos a
ciertos platos, alimentos y procesados.
ENCUENTRO MUY PERO QUE MUY INTERESANTE TU BLOG, ME HAGO SEGUIDOR PARA APRENDER MAS, YA QUE CREO QUE ES PRIMORDIAL, SABER COMER. GRACIAS POR EDUCARNOS.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMuchas gracias por tus palabra. La nutrición y alimentación es mi pasión, mi vida y mi trabajo. Me hace feliz compartirlo y reflexionar sobre todos estos temas.
EliminarUn abrazo desde Málaga.
Ana
Muy interesante Ana,desde hoy me declaro fiel seguidor de Nutrisana!!
ResponderEliminarSoy Alberto.
¡¡Muchas gracias Alberto!!
EliminarUn abrazo